No quiero que este artículo funcione como manual de autodefensa peatonal; tampoco quiero que los lectores piensen que la agresividad y la violencia son la solución, sin embargo, como peatón harto y desesperado de los atropellos (literalmente, también) causados por el “dios-coche” propongo una serie de medidas para educar a esos mandriles al volante conocidos como “automovilistas” (favor de notar las comillas, estos primates no son automovilistas).
Por cierto, si usted es un automovilista
responsable y respetuoso de la ley y de la pirámide de movilidad, no tiene que
preocuparse por la integridad de su armatoste contaminante de más de 100 mil
pesos.
1.
Hace poco conocí a “un Rob”,
peatón que sufrió de la violencia automotriz afuera de su casa por un vecino
adicto a estacionarse sobre la banqueta. Su idea es práctica y genial: la
“Campaña Nacional para el Reconocimiento de Imbéciles al Volante” que se basa
en un sténcil y stickers imprimibles para reconocer a mandriles-choferes. El
sténcil es para marcar lugares de estacionamiento exclusivos para imbéciles como
banquetas, esquinas y rampas para discapacitados. Los stickers se pueden pegar
en automóviles que tocan el cláxon insistentemente, se estacionan “como
imbéciles”, estorban pasos peatonales o ciclovías, conducen imprudentemente o
estorban rampas para discapacitados. Todo el material se puede descargar en http://cnriv.pati.to/ gratuitamente.
2.
Una medida, relativamente
peligrosa, pero que me ha funcionado sin mucho que lamentar, es estirar la mano
marcando el alto a los automóviles que dan vuelta imprudentemente o que planean
o se pasan una luz roja en un semáforo. La mano debe ir estirada a la altura
del espejo retrovisor, ya que en caso de no frenar, el espejo chocará con tu
mano, ocasionando que se doble (si es de los que se doblan) o se rompa (si no
se dobla); el chiste es que la mano no debe estar muy firme ya que corremos el
riesgo de lesionarnos, sino “dejarla ir” con el movimiento del auto. En caso de
problemas con la autoridad recuerda mencionar que tú le marcaste el alto al
vehículo y que, al no frenarse, él te golpeó, siendo un cuasi-atropellamiento.
3.
Estamos cansados que los
automóviles se queden parados sobre el paso peatonal que, al final, es el
espacio de los peatones; si ellos invaden nuestra zona, nosotros podemos
reclamarla caminando
sobre sus cofres; sé que muchos conductores dirán que es
injusto porque muchas veces el tránsito ocasiona que se queden ahí, sin embargo
es necesario
recordar la iniciativa del gobierno de Marcelo Ebrard y los
“Cruces de cortesía”, cuya premisa era que los automovilistas frenaran antes del paso peatonal si el tránsito no permitía cruzar la calle o avenida completa
en cuestión, aún con el semáforo en verde; además, esto serviría para evitar
nudos viales.
4.
Otra medida, con, prácticamente,
nulos resultados, es exigir a los policías de tránsito autorizados para infraccionar que hagan su trabajo; si estás en posibilidades, grábalos y pídeles su
nombre y número de placa; cuando menos puedes levantar una queja a Inspección
SSP-DF en Twitter @inspeccion_CDMX, aunque tampoco sirve de mucho, pero bueno…
5.
¿Autos en la banqueta? Una
opción es usar el sténcil y los stickers de “un Rob” pero otra es practicar un
poco de parkour nivel básico pasando por los cofres o, para no ser tan obvio,
que te parece “ir buscando las llaves de tu casa” mientras rodeas el auto y le
dejas un bello rediseño raspando la pintura; si te quieres ver exquisito y
probar tus aptitudes artísticas deja un mensaje o un pequeño diseño como una
mano con el dedo medio levantado, ja ja ja. También puedes cargar un plumón
indeleble y escribir algo en su parabrisas, ¡déjale un mensaje de amor al
mandril!
6.
Otra opción que me agrada es
–usando botas con casquillo–, patear autos que se quieren pasar un semáforo en
rojo o que dan una vuelta sin fijarse; incluso he roto defensas y luces sin
lesionarme.
7.
Recuerda siempre que si el
mandril se baja de su unidad y te comienza a perseguir, debes correr en sentido
contrario de los autos e intentar salir de la zona lo más rápido posible. Hay
algunos a los que no les importará dejar su carro abierto y prendido a la mitad
de la calle con tal de “darte una lección”; también recuerda que los más
agresivos son los que más tiempo pasan al volante por lo que sus funciones
motrices están un poco atrofiadas.
Cada quien es responsable de las medidas
que tome, pero esto funcionará como costosas lecciones para esos mandriles que
gustan de moverse en automóvil.
Actualización
Gracias a los comentarios de varios de ustedes, amables lectores, quiero especificar el término "mandril" y su diferencia con el término "automovilista".
Para fines de este texto, un automovilista es un ser humano con derechos y obligaciones que conduce un vehículo automotor respetando las leyes y reglamentos (tanto vigentes como las de sentido común) que NUNCA será violentado ni en su persona ni en su propiedad (su automóvil) al no existir motivos para esto.
Mientras que un "mandril" es un primate parecido a un ser humano que terminó con las nalgas rojas por estar la mayor parte del tiempo sentado dentro de su automóvil, que tiene poca paciencia y cree tener derechos superiores a otras personas e, incluso, a otros automovilistas porque, simplemente, su primitivo cerebro no le permite hacer conciencia. Son éstos los que deben cuidarse de sufrir daños en su preciada propiedad de cuatro o dos ruedas.
Espero esto sea suficiente aclaración para evitar malos entendidos. Agradezco a todos los que han leído esta y otras entradas en este espacio.
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La otra que se me ocurre para los mandriles que usan la banqueta de estacionaiento, es llevar un rociador con gasolina blanca o thiner, es más rapido que la tecnica de las llaves, y sin ruido, atomizas sobre las puertas o cofre y tendra una bonita pintura disuelta.
ResponderBorrarJajaja, ¡me encanta! Igual y hasta utilizas un atomizador "delgado" y le dejas un mensaje en el cofre que se descubrirá cuando se disuelva la pintura. Saludos.
BorrarJajajaja está muuuuy agresivo, pero... se puede hacer una que otra cosilla.
ResponderBorrarJajaja, no es agresividad, es "legítima defensa", bueno, sí es agresivo, pero, como lo explico, los automovilistas que respetan las normas no tienen por qué sufrir esto... El problema es el grupo que he denominado "mandriles", los que hasta se enojan porque se querían pasar el semáforo en rojo y como vas pasando pues ya no pudieron.
BorrarAnécdota: Hace un par de días utilicé mi automóvil, manejé por Polanco, Reforma y Periférico. Me sorprendió ver la desesperación de los automovilistas cuando me paraba para que alguien pasara caminando, cuando me frenaba antes del paso peatonal teniendo el semáforo en verde porque ya no alcanzaba a cruzar de un lado al otro, cuando desaceleraba porque el semáforo parpadeaba en amarillo en lugar de acelerar y pasármelo, cuando esperaba que los peatones terminaran de cruzar aunque se hubiera puesto el verde, etc... ¡Y no estuve más de 2 horas en el auto!