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martes, 18 de junio de 2013

El dilema de la “acción directa”

Desde el año pasado, mínimo, movimientos sociales, sobre todo estudiantiles, han estallado contra sus gobernantes, la corrupción y mil cosas más que décadas de (des)gobierno nos han ido partiendo los sueños en distintas partes del mundo.

Españoles pidiendo "no violencia" a la policía.
El 15-M en España, el #OccupyWallSt, los Indignados, el #YoSoy132; más actual están los enfrentamientos en Turquía y Brasil.

Todos hemos aprendido de todos, hemos estrechado lazos y hemos compartido inquietudes e, incluso, tácticas de autodefensa o de “acción directa”.

Recuerdo que en el #YoSoy132 una discusión que actualmente sigue siendo punto de conflicto es justo el de la “acción directa”; quienes están a favor ponen de ejemplo los enfrentamientos en España, Turquía, Brasil, Grecia, entre otros, mientras quienes estamos en contra, los “come-flores” que nos llaman, abogamos por manifestaciones pacíficas.

Un punto importante en los dos grupos es que no solemos prestar atención a la sustancia de las manifestaciones, hay mucho por qué protestar, el punto está en ser claros y concisos; a la gente no le gusta leer ni que le digan "floja", "desinteresada", "vendepatrias" y demás adjetivos que, por su apatía, les son válidos…

La crisis en Grecia, los desahucios en España, la crisis hipotecaria en Estados Unidos, la construcción de un centro comercial en una plaza turca, el aumento de 20 céntimos de real en las tarifas del transporte público de Brasil o el descarado y cínico apoyo que mostraron los medios masivos de comunicación por un candidato presidencial en México sólo fueron la gota que derramó el vaso.


¿La violencia social se justifica por la violencia del Estado?



Turcos rociados con gas pimienta.
Quienes apoyan la “acción directa”, de ahora en adelante nos referiremos a ellos como “tira-piedras” (de cariño), se defienden de este tipo de protestas pues dicen “el Estado es violento al subir los impuestos, al no ver por las clases bajas, al ser corruptos” y puede que tengan razón –les doy el beneficio de la duda–, sin embargo creo que esto no justifica el golpear policías “que simbolizan al Estado represor” o destruir “símbolos del capitalismo voraz” como cafeterías, hoteles o restaurantes.

Hace poco platiqué con un policía que me comentaba las penurias que viven dentro de la corporación del Distrito Federal, me platicó que gana 8 mil pesos al mes, que sus prestaciones llegan tarde, si llegan, que ellos tienen que comprar todo su uniforme, desde las placas hasta las balas, pasando por chalecos antibalas y cascos; las razones para ser policía son tan variadas como en cualquier profesión y no dudo que existan algunos subnormales que se hicieron policías para golpear o extorsionar ciudadanos; sin embargo, el policía con el que platiqué me comentó que uno de los mayores problemas es cuando un influyente les exige romper las órdenes que les dieron sus superiores, práctica común en la capital (desconozco en otros estados, aunque no creo que sea muy diferente).

#1Dmx.
Las corporaciones policíacas en el mundo han dejado de ser los vigilantes de la sociedad para convertirse en el grupo de choque que vela por la seguridad e intereses de la clase gobernante (incluidos dueños de empresas y descendencia).

Diferencias entre nuestros “vándalos” y los “vándalos” de otras partes del mundo

Pese a no conocer el contexto completo de los enfrentamientos con policías en Grecia, Brasil, Turquía, España y Chile hay una imagen reiterativa en los videos que rondan por la web: Muchísima gente gritando “¡No violencia”, policías apertrechados con escudos y toletes, tanquetas de agua blindadas y la mayoría de los manifestantes con cascos y máscaras antigas; las siguientes escenas son policías corriendo tras los manifestantes lanzando balas de goma, gases lacrimógenos y patadas y golpes por doquier. La constante en todos los videos es que los policías son quienes inician la violencia, los manifestantes se dispersan para reunirse e iniciar la autodefensa del “territorio arrebatado” en una épica imagen de defensa por los derechos humanos en cualquier sociedad.

En México pasa lo contrario, el 1Dmx los policías se encontraban detrás de enormes vallas rodeando San Lázaro, los policías no iniciaron la agresión. Hasta aquí, quienes llevábamos las de perder ante la crítica de la sociedad (al final de cuentas son protestas sociales) éramos los manifestantes.

#1Dmx.
Después la historia fue otra: detenciones arbitrarias, golpes, violaciones a prácticamente todos los derechos fundamentales, todo por parte de los granaderos del DF. Gracias Mancera.

Al parecer no aprendimos la lección y una minoría, cada vez menor (valga la redundancia), asistió a cada acto de protesta a golpear granaderos y romper vidrios permitiendo más detenciones arbitrarias. Si son o no infiltrados, no lo sé, sólo sé que le ayudan al gobierno a criminalizar la protesta.

¿Por qué no esperamos a que sean los granaderos quienes inciten a la violencia?

Seamos más inteligentes, vayamos preparados para cualquier sorpresa que nos tenga preparada el gobierno, pero dejemos que sean ellos quienes nos provoquen y no al contrario.

Después de las represiones en Sudamérica y Europa es común ver en las manifestaciones a gente que antes no le entraba al activismo defender a sus manifestantes de la brutalidad policial. En México sólo hemos logrado espantar a miles de personas que, durante las primeras manifestaciones del #YoSoy132, nos mostraba su apoyo.

Por último, quiero aclarar que, personalmente, respeto y honro a todos los movimientos sociales que buscan una ruptura de paradigmas en pos de un mejor mañana, sea cual sea su “forma de lucha”, simplemente creo que, para ganar adeptos, nos tenemos que centrar en nuestra realidad mexicana y dejar de compararnos con Brasil, Chile, Turquía, España, Francia, Portugal, Italia, Grecia, etc.


La cerVeza en el pastel


Por último quiero enviar un combativo abrazo a todos quienes luchan por un mejor futuro, a quienes "luchan" para golpear granaderos porque sí, no.



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