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martes, 1 de abril de 2014

Adios Calle 13


La sinceridad de un artista es algo que considero fundamental para que entre en mis gustos musicales. Por ejemplo, tenemos a un Juan Manuel Torreblanca que sin mentarle la madre al gobierno, ni utilizar su espacio público para hacer comentarios “antisistema” se nota sincero, su música, su “performance” arriba del escenario demuestran que lo hace con el corazón; otro ejemplo: La Maldita Vecindad y los hijos del quinto patio que llevan lustros con una posición política y social de crítica y propuesta; su lírica se siente real, quizá sólo sean muy buenos actores al estar frente a decenas de miles de personas, pero nos la creemos.

Este Vive Latino hubo una presentación que estuvo muy lejos de conectar esa sinceridad –obviamente es mi percepción y no la de la generalidad–; El grupo, que se presentó en el escenario principal como “head-liner” tiene canciones de “fiesta” y otras de “protesta”; su repertorio estuvo “variado”, intercalando momentos para bailar y otros para, creo, levantar el puño. Sin embargo, no sé qué es que no le creo a René Pérez Joglar y compañía.


Tengo que aceptar que canciones como “Latinoamérica”, “La Bala”, “Multi-Viral” y “Calma Pueblo” me regresaban las ganas de tomar las calles, de salir a luchar por un mejor futuro; pero ver a Calle 13 en vivo rompió todas esas sensaciones, simplemente sentí que el grupo puertorriqueño subió al escenario a trabajar, no a hacer “una fiesta de locos” ni a mirar a los aburridos con los pies deprimidos que, vale la pena mencionar, así me dejó.


Lo lamento, pero no le creí ni una palabra a Calle 13 y dejé de creer las líricas compuestas por René que antes me gustaban; verlos en vivo fue tristísimo, además, el señor llega a pedir por la libertad de un preso político en Estados Unidos (muy bien, bravo, cada quien su agenda), pero se notó que, pese a abogar por una latinoamérica unida, no tiene idea del panorama local del lugar donde se presenta; si no fuera así, no entiendo por qué no mencionar a Mario, a Ilia, a Daniel y a todos los presos políticos que tenemos en la Ciudad de México.


Para colmo, Calle 13 y su “discurso político sin saliva” mostraron que el pueblo no debería estar calmado con ellos pues demostraron que no son como nosotros ni nosotros como ellos después del puñetazo que René le propinó a un fulano que se abalanzó sobre él. Quién sabe qué le habrá dicho el personaje, pero lo que todos vimos y podemos seguir viendo gracias a la tecnología es el puño de René golpeando la zona media del jóven que logró esquivar la seguridad pero no el trancazo del vocalista puertorriqueño.


Los asistentes levantaron sus teléfonos inteligentes en el aire para pedir por la libertad del preso político puertorriqueño amigo de René, aunque podría afirmar que muchos de ellos son de los que piensan que nuestros presos políticos son “vándalos”, “ninis”, “buenos para nada” (aunque sé de varios que fueron al Vive Latino para ver a Calle 13 y sí son personas políticamente activas).


¿Se imaginan si todos los que apoyaron de corazón, con la luz de su móvil, al preso político puertorriqueño de cuyo nombre no me acuerdo, hubieran asistido al funeral de Kuy?


Al final de cuentas sentí que Calle 13 es una bandita “rebelde” para la gente fresa… Como una playera del Che comprada en Pull & Bear.


La cerVeza en el pastel

Otro año más en el que estaba resignado a no ir ($800 por boleto por día) y terminé yendo gracias a esos boletos que se consiguen "a la hora de la hora". 

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